«El aborto no puede ser la solución, un crimen no puede ser la solución», ha declarado Mayor Oreja, que cree que una ley de supuestos como la de 1985 (permitía el aborto en caso de violación, malformación del feto y riesgo psíquico o físico para la madre) al final busca «superar situaciones muy dramáticas» pero está «presidida por la comodidad».
El exministro del Interior Jaime Mayor Oreja considera que la sociedad actual vive una «decadencia moral», en la que la persona ha perdido «referencias permanentes» y se ha dejado llevar «por lo cómodo» y «superficial». En esa crisis de valores sitúa debates como el aborto o la eutanasia, que «no son una solución» y están «favoreciendo la desaparición de los seres más indefensos».
Así lo ha asegurado el exministro en una entrevista con Europa Press coincidiendo con el lanzamiento este sábado en París de la plataforma cultural ‘One of Us’ y la presentación de un manifiesto, redactado por el filósofo y profesor francés Remi Brague y bajo el título ‘Por una Europa fiel a la dignidad humana’, que suscriben pensadores e intelectuales europeos que comparten la crisis de valores que vive la UE.
Mayor Oreja, que preside la Federación Europea ‘One of Us’ que agrupa a organizaciones nacionales que defienden la vida en Europa, admite que esta nueva plataforma no aspira a competir en la política sino a estar presente en el terreno de las ideas y explicar el origen de la crisis en la sociedad actual. A su juicio, esa crisis no es económica, política o institucional sino que «es una crisis de la persona».
«Decir que el aborto es un debate del siglo XV como dijo la ministra de Sanidad es un disparate»
«Por eso, la crisis no se detiene en función del gobierno que existe en cada país europeo, gobiernos opuestos tienen el mismo desorden: lo antiguo, los conservadores británicos, tienen un caos con el Brexit; lo nuevo, Macron, tiene una situación crítica en Francia; los populismos que gobiernan Italia en la derecha y la izquierda están en semicaos; y en España con el gobierno de frente popular, populista nacionalista, tenemos ni más ni menos que una moción de censura y meses después unas generales», ha relatado.
El aborto y la eutanasia
El exministro cree que tienen al «enfermo en el quirófano con el corazón abierto» en una «operación de máximo riesgo». «Eso significa que la crisis no está en la política sino en la persona, en la sociedad», ha abundado, para añadir que hay que discernir en los «tiempo nuevos» aquellas «cosas que ya son irreversibles» y las que «son fruto de la decadencia moral».
Así, ha señalado que la «revolución» en los medios de comunicación y en las redes sociales es «irreversible». «Que la mujer trabaje es irreversible. Ahora, el aborto no tiene por qué ser irreversible, el matar a una persona que va a nacer es una degeneración, no es una expresión de un derecho en términos positivos. Decir que el aborto es un debate del siglo XV como dijo la ministra de Sanidad es un disparate. Decir que el aborto es un debate del pasado es otro error. Lo que hay que saber es discernir, no dejarte llevar por lo fácil, por lo cómodo, por lo superficial», ha añadido.
En su opinión no se puede legislar sobre el aborto sino que se puede estar a favor o en contra. «El aborto o es bueno o es malo, es legítimo o no es legítimo, es un bien o es un mal, ese es el planteamiento que hacemos nosotros», ha manifestado.
«Falsos y nuevos derechos»
Tras asegurar que en la sociedad actual prima «la comodidad», ha señalado que «para una señora que se queda embarazada, es mas cómodo que desaparezca ese ser que va a nacer y que le incomoda». El mismo paralelismo ha realizado con la eutanasia. «La eutanasia no es una solución. La solución está en los cuidados paliativos», ha indicado.
Mayor Oreja ha trasladado estos principios a la ideología de género. «¿Qué es más cómodo? ¿Aceptar que Dios creó al hombre y a la mujer? o decir :»no, yo escojo lo que quiero ser cuando me dé la gana, como me dé la gana, y si yo hasta los 15 años soy niña, ¿por qué si yo quiero no me hago hombre a los 17?». Al final es un cuadro de falsos y nuevos derechos que sirven a tu comodidad pero nos hacen perder las referencias permanentes en nuestra sociedad».
El exministro ha afirmado que los católicos que no se «avergüenzan» de decir que son católicos tienen «la primera obligación con la razón, con la verdad». «Tenemos que decir la verdad de lo que pasa», ha aseverado.
«Una batalla de David contra Goliat»
Mayor Oreja ha admitido que su discurso es minoritario en la sociedad actual por la «moda dominante». «Es una batalla de David contra Goliat. Y por eso mismo no estamos en política, por eso decimos que hay que ir a la prepolítica. Solo en el ámbito de las ideas podemos crear una corriente de opinión», ha confesado.
En toda Europa hay «un desorden general» y se ha olvidado «la dimensión de la dignidad de la persona»
A renglón seguido, ha recordado batallas en las que empezó solo y acabó teniendo razón, como cuando apostó en 1977 por el aislamiento político y social de ETA, o cuando en 1996 defendió la euroorden. «Hoy estamos en minoría, una minoría de millones de europeos, de acuerdo, pero eso no significa que si tenemos razón, prevalecerá«, ha apostillado.
Además, ha indicado que en toda Europa hay «un desorden general» y se ha olvidado «la dimensión de la dignidad de la persona». «Hemos hecho una sociedad muy líquida en la que lo que importa es solo el fin de semana y tener un coche mejor que otros. Es una crisis de actitudes personales», ha declarado, para agregar que la comodidad en la que prefiere instalarse la sociedad actual se ha convertido en el «principal adversario».
El ex eurodiputado del PP ha expresado también su preocupación ante la falta de cohesión en Europa y de valores compartidos, algo que, según ha dicho, hace que el fenómeno de la inmigración pueda «adquirir un grado de problema muy superior» a si hay una sociedad cohesionada en valores. «El terreno yihadista es mucho más inquietante en sociedades fracturadas que en sociedades sólidas», ha asegurado, para añadir después que la «descristianización de Europa ha sido decisiva para vivir esta crisis».
Además, ha advertido de que el desorden «siempre culmina en la violencia», que es el siguiente «estadio». «No hablo de guerras sino de violencia urbana, que es el siguiente paso del desorden. No es un invento, ya está en París. Cuando un movimiento sustituye a otro, el de chalecos amarillos sustituye al de Macron, pues hay violencia en las calles de París. O en Barcelona», ha afirmado, en alusión a las actuaciones de los CDR en Cataluña.
Mayor Oreja cree que el desorden «se va a acrecentando» y prevé que se acelere tras las elecciones europeas de mayo, que pueden desembocar en «síntomas claros de falta de gobernabilidad». «El desorden lleva a ingobernabilidad de las instituciones europeas y nacionales. Hay que tener una gran proximidad al desorden que se está produciendo para hacer entender a la gente las causas de lo que sucede», ha explicado.
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