Mike Pence, vicepresidente de EEUU
Mike Pence, vicepresidente de EEUU / EFE

Si el actual vicepresidente de EE. UU. siempre ha sido un claro defensor provida, su discurso el pasado martes en la convención anual de los portavoces religiosos acució todavía más su compromiso en la lucha contra el aborto al asegurar que este «será abolido en nuestro tiempo».

«Realmente creo», aseguró el número dos de la Casa Blanca según Newsweek, «que si todos hacemos lo que esté en nuestras manos, podremos una vez más restablecer la santidad de la vida en el centro de la ley estadounidense. Pero aún tenemos mucho trabajo que hacer».

Algunas personas creen que La Sexta da información.

Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.

Suscríbete ahora

No es nada nuevo este discurso del político republicano -aunque no suele asegurar de forma categórica el final del aborto-, pero cada vez que lo hace desde el puesto de vicepresidente del país rompe moldes a favor de la vida, al menos desde que la sentencia Roe vs Wade despenalizó el aborto en EE. UU.

Desde que Trump llegó a la Casa Blanca la causa provida ha logrado varios éxitos gracias a las medidas del presidente en favor de la vida

Pence hizo una referencia expresa a la juventud norteamericana, que está trabajando con amor y pasión en favor de la vida, que está dando la vuelto a todos los avances que desde 1973 había logrado la mal llamada interrupción voluntaria del embarazo.

Y es precisamente este avance, comentó el vicepresidente, el que está provocando un endurecimiento por parte de los proabortistas, que ahora intentan lograr el aborto libre a pesar de que están perdiendo terreno.

El propio Pence puso como ejemplo una de las últimas victorias provida, que prohíbe el aborto a partir de la semana 20 en el país. Y destacó la labor de su jefe, el presidente Donald Trump, que desde que ha llegado a la Casa Blanca ha supuesto un empujón a la causa con varias medidas a favor de la vida.

Entre ellas, una de las más importantes -que prometió durante la campaña- fue la recuperación de la política de Ciudad de México, a través de la cual se impide que se financie con dinero público a empresas proabortistas fuera del país, lo que supuso un duro golpe para la mayor de todas, Planned Parenthood, que está reorientando su negocio hacia las operaciones de cambio de sexo como consecuencia, entre otras cosas, de esta decisión.

Comentarios

Comentarios