Al menos 70.000 personas participaron este sábado en una multitudinaria marcha provida en Dublín bajo el lema «Salvad la octava» [Save the 8th], que se prevé será la última antes del referendum sobre la octava enmienda que podría legalizar el aborto en Irlanda.
Uno de los líderes provida irlandeses, Niam Uí Bhriain, ha explicado que la marcha se produjo en «un día increíble y poderoso, en el que multitudes de gente común salieron a decir no al aborto y sí a la vida, para decirle a Leo Varadkar [primer ministro irlandés] que perdería este referéndum sobre el aborto, porque la mayoría provida ha surgido y trabajará noche y día».
Pese a la evidencia de que la marcha de este año fue especialmente numerosa, algunos medios irlandeses han tratado de minusvalorar la movilización provida.
Vicky Walls hizo llorar a muchos cuando habló con emoción de su hija Líadán, diagnosticada de trisomía 18,
Los aplausos más fuertes del día fueron para Karen Gaffney, una destacada defensora internacional de las personas con síndrome de Down, que instó a la multitud a ‘Salvar la 8ª’ y proteger el derecho a la vida de «gente como yo», y advirtió que en otros países, el cien por cien de las personas con síndrome de Down están siendo abortadas».
Vicky Walls de ‘Cada vida cuenta’ llevó a muchos a las lágrimas cuando habló con emoción de su hija Líadán, diagnosticada de trisomía 18, una condición que limita su vida, salvada gracias a la octava enmienda de la Constitución irlandesa.
La marcha por la vida irlandesa se celebra cada año, alternativamente en Dublín y Belfast, y está organizada por Life Institute, Youth Defense y Precious Life.
La importancia de la octava enmienda
La octava enmienda de la Constitución irlandesa constituye el último «salvavidas» de los bebés por nacér en Europa. Aprobada en 1983, reconoce sin ambigüedades que los seres humanos que se están desarrollando en el vientre de sus madres tienen derecho a la vida.
Dicha enmienda fue promovida por los grupos provida y aprobada por dos tercios de la cámara legislativa y, según algunos informes, habría salvado la vida de más de 100.000 personas.
Contra esta enmienda están trabajando con ahínco la Fundación Open Society de George Soros, el Comité de Derechos Humanos de la ONU y organizaciones como Amnistía Internacional.
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