Es habitual que las campañas de apoyo al aborto arguyan la idea de que el aborto legal es equivalente al aborto seguro, en el sentido de que no es tan peligroso para la vida de la madre (de la vida del hijo no suelen hacer mención, porque lo seguro es su muerte).
Pero incluso asumiendo el eslógan, resulta que cuando se le aprietan las clavijas en materia de legislación sanitaria a los negocios abortistas, no es raro que acaben cerrando porque no pueden mantener unos mínimos estándares de seguridad.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraAsí sucede en numerosos estados de los Estados Unidos, donde legislaciones que no prohíben el aborto, pero que sí exigen determinados requisitos sanitarios, no son pocas las instalaciones de este tipo que se ven abocadas al cierre.
El último caso conocido es el de un establecimient de la multinacional International Planned Parenthood Federation (IPPF) en Missouri, que deberá echar el cierre el próximo 1 de octubre como resultado de una orden judicial.
En Missouri, se exige a los negocios abortistas que obtengan la calificación necesaria para hospitalizaciones de emergencia y que las instalaciones cumplan con los mismos estándares de básicos que deben superar todos los centros donde se realizan cirugías ambulatorias.
Así, la Columbia Planned Parenthood deberá cerrar sus puertas, si bien ha pedido una moratoria en la aplicación de la ley porque, como detalla el Columbia Missourian, tienen agendados abortos para el día 3 de octubre.
Una vez quede clausurado este negocio, sólo quedará un establecimiento abortista en el Estado de Missouri, en la ciudad de San Luis, también de Planned Parenthood, del que se conocen al menos 65 muertes de mujeres, tal y como detalla LifeNews.
El pasado mes de agosto otro negocio en la ciudad de Kansas City, del mismo estado, cerró sus puertas después de que ningún médico optara al puesto que ofrecían.