El cardenal Carlos Osoro interviene durante el Congreso Mundial de Bioética celebrado en El Escorial/Fuente: archimadrid.org

El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha intervenido este lunes en el I Congreso Mundial de Bioética organizado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. «Sabéis muy bien que en este mundo ‘no hay sobrantes’, todos los seres humanos somos importantes y necesarios, todos somos vulnerables como hace muy pocos día una niña con discapacidad le decía al Papa Francisco», ha afirmado.

Así lo ha puesto de manifiesto Osoro, durante su intervención ante los asistentes al evento que se celebra desde este lunes 11 y hasta el jueves 14 de septiembre en El Escorial (Madrid), bajo el lema ‘Hospitalidad, Bioética y Persona’, con la asistencia de más de 450 personas de distintos países de Europa, América, África y Asia, según ha informado Europa Press.

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«Y el Papa la preguntaba ¿quién es el único que no es vulnerable? La niña con prontitud respondió, Dios solamente. Y el Papa Francisco añadió, pero Dios quiso hacerse presente y compartir nuestra vulnerabilidad para acercarse más y más a nosotros, ‘se hizo uno de tantos como nosotros'», ha relatado Osoro.

En este sentido, el cardenal arzobispo de Madrid ha explicado que este I Congreso Mundial de Bioética «quiere acercarse a la realidad viva de tantos hombres y mujeres y despertar una reflexión sobre la vida, con la mirada de Cristo y con la manera de mirar que Cristo entregó a San Juan de Dios y en él a toda la familia de la Orden Hospitalaria».

En la Carta Evangelium Vitae se cita el nacimiento y la afirmación de la Bioética como uno de los «signos de esperanza en la sociedad actual»

Asimismo, ha recordado a San Juan Pablo II que dedicó todo un documento al tema del respeto a la vida humana (en la Carta Evangelium Vitae). En esta carta, según ha destacado el cardenal, cita el nacimiento y la afirmación de la Bioética como uno de los «signos de esperanza en la sociedad actual».

«Particularmente significativo es el despertar de una reflexión ética sobre la vida. Con el nacimiento y desarrollo cada vez más extendido de la bioética se favorece la reflexión y el diálogo -entre creyentes y no creyentes, así como entre creyentes de diversas religiones- sobre problemas éticos, incluso fundamentales, que afectan a la vida del hombre» (EV 27), ha parafraseado Carlos Osoro.

Osoro ha dicho a los asistentes que, en este primer congreso, quieren tener las dos alas de la reflexión bioética católica, como decía el Papa San Juan Pablo II en ‘Fides et ratio’, «la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad».

Asistentes en el I Congreso Mundial de Bioética/Fuente: archimadrid.org

«La Iglesia Católica siempre ha mostrado y tenido interés vivo por las cuestiones éticas relacionadas con la vida y la práctica de la medicina. Desde la aparición de la Bioética, ha estado atenta a su desarrollo y a sus implicaciones. Este Congreso es una muestra más de ello. La Iglesia Católica, ha participado activamente en debates y diálogos suscitados en torno a esta disciplina», ha apuntado.

Osoro ha destacado que la Iglesia «siempre desea estar en el camino de los hombres y encontrarse con ellos». «La cultura del encuentro de la que tantas veces nos habla el Papa Francisco, comienza en la Encarnación, con la entrada de Dios a esta historia, viene a encontrase con los hombres, con todos los hombres y la Iglesia quiere hacer lo mismo que hizo el Señor, siempre en la cercanía de los caminos por donde están los hombres», ha apostillado.

Por otro lado, ha agradecido «sinceramente» el programa del I Congreso Mundial de Bioética. «Deseáis ofrecer a todos los hombres y mujeres que trabajan en el mundo de la salud, una mesa de diálogo y debate, reflexionando juntos en la toma de decisiones en situaciones a menudo complejas, tanto a gestores como a profesionales de la sanidad», ha subrayado.

«Contad con mi oración y mi confianza, tengo al igual que San Juan de de Dios, la seguridad que la luz del Señor, nos da y ayuda a la comprensión de los problemas éticos que hoy en la práctica de la biomedicina y las acciones humanas inciden sobre la vida, buscando siempre lo que favorece el bien del hombre y de toda la comunidad humana», ha concluido.

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