Javier Milei, desde hace muchos años, es un político comprometido con la defensa de la vida y, especialmente, se ha mostrado siempre opuesto al aborto. Su convicción es tan grande que nunca ha ocultado su objetivo de terminar con el aborto, al que define como un crimen agravado por el vínculo. Así lo sostuvo, por ejemplo, frente a Tucker Carlson en la famosa entrevista antes de las elecciones en Argentina.
Con ese discurso, y con otras ideas afines al conservadurismo y a la libertad, Milei llegó a ser presidente de Argentina. Algunos tal vez podrían haber pensado que rápidamente Milei se pondría a buscar eliminar el aborto y, como no lo hizo, también podrían pensar que Milei ha cambiado de opinión o simplemente es un tema que no le interesa. Esta falsa idea podría estar alimentada por una declaración de su vocero presidencial que dijo:
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora“En este momento, en la agenda del presidente, no está la derogación del aborto”.
Antes de que caigamos en desilusión es bueno explicar algunas cosas respecto de las leyes argentinas. Así podremos entender que Milei sigue con el deseo intacto de derogar la ley del aborto, pero el camino no es tan sencillo, incluso para un presidente con tan alta popularidad.
Para entender las dificultades hay que analizar dos aspectos: uno, qué status tiene el aborto ahora mismo en Argentina. Y dos, cuánta fuerza tiene Milei en el Congreso argentino.
Sobre el punto uno, hay que recordar que el aborto en Argentina, desde noviembre de 2020 está legalizado. El lector recordará que en 2018 Argentina fue el escenario de una batalla pro-vida impresionante que las fuerzas del bien ganaron gracias a la votación en el Senado, que rechazó el proyecto. Lamentablemente, las fuerzas del mal siguieron su labor y dos años después, a finales del 2020, en medio del confinamiento por el Covid, el lobby abortista se salió con la suya y logró que el Congreso aprobara la legalización del aborto. El pueblo pro-vida estaba encerrado en su casa, con policías vigilando las calles, y no pudo hacer la presión suficiente en los políticos.
Hay que recordar también que en 2018 el proyecto de ley inicialmente había sido aprobado por la Cámara de Diputados pero fue finalmente rechazado por la Cámara de Senadores. En aquel momento, como era una ley que antes no existía, fue suficiente que el Senado se opusiera para que todo el proyecto fracasara. Ahora, las circunstancias son diferentes. El resultado de la aprobación de 2020 significa que el camino para los pro-vida es más complicado, porque tienen que tener mayoría suficiente en ambas cámaras para derogar una ley que ya existe.
Y esto nos conecta con el segundo aspecto a considerar para entender la posición de Milei. El partido de Milei, La Libertad Avanza, actualmente cuenta con 38 diputados sobre un total de 257, y 7 senadores de 72. Evidentemente es una cantidad muy reducida. En cualquier país esto haría imposible gobernar. Y peor si se piensa que Javier Milei está haciendo cambios en muchos aspectos de la vida de Argentina. Entre el presidente, la vicepresidenta –en su rol de presidenta del Senado– y el presidente de la Cámara de Diputados han ido consiguiendo sacar varias medidas económicas difíciles, pero necesaria. Es un camino arduo que todavía puede naufragar, ya que la situación de Argentina es muy complicada y los enemigos de Milei están haciendo esfuerzos muy grandes para que todo fracase.
En este contexto de urgencias económicas y sociales plantear un debate sobre la ley del aborto resulta políticamente imposible. Y así lo ven diferentes líderes pro vida con los que el PRI está en constante contacto.
Pero una prueba concreta de que el gobierno de Milei no abandona la idea de cambiar la ley del aborto se llama Francisco Sánchez. Actualmente, este político sólidamente pro vida es el Secretario de Culto del Gobierno. Para explicarlo en pocas palabras, es el encargado de las relaciones del gobierno con las diferentes religiones presentes en Argentina.
Desde un inicio de su gestión, Sánchez dejó claro que no abandonaría sus ideas conservadoras, especialmente contrarias al aborto. En un evento en España, junto a líderes conservadores de toda Europa, y a donde también asistió Milei, Sánchez explicó que en Argentina hay que hacer todo lo posible para cambiar las leyes contrarias a la cultura de la vida. Habló de tres leyes en concreto: la ley del divorcio (que en los años 80 abrió el camino para un tren de leyes progresistas), la ley del falso matrimonio gay y la ley del aborto. Es decir, Sánchez plantea una agenda conservadora sin miedos. Y los líderes provida se entusiasman en este sentido, buscando mover en la sociedad argentina la ventana de Overton para introducir un tema que el progresismo plantea como “cerrado”.
En Madrid, Sánchez dijo con claridad:
“Mis ideas y opiniones no son un peligro más que para los progresistas que pretenden un pensamiento único. Peligro real son los que promovieron y aprobaron el asesinato de criaturas en el vientre materno; peligro es la cultura de la muerte y la cancelación”.
Ya de vuelta en Buenos Aires, volvió a salir en público con más declaraciones claras. En una entrevista propuso “encarar un camino para que el aborto se termine en la Argentina”.
El propio Sánchez explicó cómo ve la situación:
“El tema del aborto genera un gran debate, la sociedad está fragmentada. (Los abortistas) lograron una mayoría parlamentaria, pero no había una mayoría de la sociedad argentina que estuviera de acuerdo. Y, sin embargo, se aprobó el aborto”.
Martín Zeballos, analista local y colaborador del Population Research Institute – PRI, valora positivamente lo hecho hasta aquí por este gobierno. “Quienes se ocultaron detrás del derecho a elegir de las mujeres, se han visto descubiertos con sus manos llenas de dinero, manchadas de sangre y engaños. Pues bien, ¡enhorabuena! Que empiece a brillar la verdad para defender la salud, el derecho de elegir la vida y la mejor educación para todos.” En el camino para que la legislación sea más y más pro vida, el propio Zeballos agradece la colaboración del PRI: “Reforzando la estrategia política que debemos llevar adelante los provida en Argentina, hace poco Carlos Polo y Sebastián Blanco estuvieron de gira en Buenos Aires, Rosario y Santa Fe, brindando herramientas para analizar escenarios políticos a quienes defendemos el imperio de la realidad y las ideas de la libertad en Argentina. Solo con una mirada profesional de este tipo seremos capaces de acompañar los cambios que quieren Milei, Francisco Sánchez y tantos en este gobierno.”
Consultado acerca de si es posible derogar la legislación que permite el aborto como un derecho, Francisco Sánchez respondió: “No tengo ninguna duda de que sí. Era legislador cuando se aprobó y rápidamente presenté un proyecto para derogarlo. Voy a hacer todo lo posible para que la matanza de criaturas en el vientre materno no sea promovida, como lo es actualmente, por el Estado. Es una barbaridad absoluta”.
La mirada de Francisco Sánchez no es solo ética, sino también sociológica: “Hoy la Argentina tiene un invierno demográfico. Increíblemente, la Argentina hoy tiene tasas de natalidad similares a las que tiene Corea del Sur y España. La Argentina necesita repoblarse, con lo cual, no solo tenemos que pensar en derogar el aborto, sino también tenemos que pensar en medidas que promuevan la natalidad para que la cuestión demográfica vuelva a ser un eje del desarrollo del país”.
Carlos Beltramo, population Rsearch Institute