Apenas habían pasado 20 meses desde que Pippa Knight nació, cuando le diagnosticaron una encefalopatía necrotizante aguda. Desde entonces, su situación ha sido muy delicada, de tal forma que los médicos del hospital donde está ingresada en el Reino Unido han decidido tirar la toalla y apostar por desconectar el soporte vital actual, dado que ese encuentra en estado vegetativo.
Paula Parfitt, la madre de la pequeña que ahora cuenta con cinco años de edad, ha batallado en los tribunales para lograr al menos que a la menor se le practique una traqueotomía para que pueda ser desplazada a su casa, junto a su familia.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraUn juez determinó a mediados del pasado enero que se debe dejar morir a la niña, desoyendo la petición de que se permita la atención domiciliaria de Pippa, pues no considera acreditado con suficiencia que el cambio pueda representar una mejora para la menor.
Ahora Parfitt trata de recurrir la sentencia ante el Tribunal de Apelación, después de manifestar que se siente «devastada» por la sentencia. «No entiendo por qué el hospital y el tribunal no me dejaron averiguar si Pippa podía volver a casa para que la cuidaran con toda su familia a su alrededor, cuando dos médicos independientes de hospitales de renombre en Inglaterra dijeron que pensaban que valía la pena intentarlo».
Para poder pelear en los tribunales por la vida de su hija, Parfitt necesita 100.000 libras esterlinas para lo que emprendió una campaña de recaudación de fondos. Pero una organización provida británica ha decidido ayudar a Paula y Pippa y financiar este esfuerzo económico.
La Sociedad para la Protección del bebé nonato (SPUC por sus siglas en inglés) ha lanzado su propia recaudación de fondos porque «ganar este caso es vital no solo para Pippa, sino para defender cada vida vulnerable amenazada de esta manera», señalan en su página web, donde también han habilitado un espacio para enviar mensajes de ánimo.
El caso de Pippa Knight recuerda mucho a los de Charlie Gard, Alfie Evans o Tafida Raqeeb. Como es sabido, en los dos primeros, las autoridades médicas y judiciales desoyeron las peticiones de los padres de los menores y fueron obligados a provocar su muerte desconectando los sistemas de soporte vital.
Tafida Raqueeb tuvo más suerte, ya que su familia logró trasladarla a un hospital en Génova donde los médicos apostaron por tratar sus dolencias después de una complicada batalla legal.
Aún es pronto para conocer cuál será la suerte de Pippa Knight y su familia.