Nada es sagrado para Planned Parenthood excepto la matanza masiva de bebés antes de nacer. Esta semana, una sucursal de la cadena abortista en Pennsylvania apuntó a niñas jóvenes e idealistas en su agenda. «Necesitamos una princesa de Disney que haya tenido un aborto», escribió Planned Parenthood Keystone el martes en Twitter. Y reiteró: «Necesitamos una princesa de Disney que sea pro-elección (pro aborto)».
Las niñas impresionables e idealistas a menudo adoran la fuerza, la valentía y la compasión de las princesas que aparecen en las películas de Disney. Se visten como ellas, cantan sus canciones, las admiran e imaginan ser ellas porque representan algo bueno, algo noble.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPlanned Parenthood corrompería por completo las mentes jóvenes e idealistas de las niñas empujándolas a aceptar la muerte y la destrucción en nombre de la «elección» y el «empoderamiento».
Esta propaganda proaborto fue tan descabellada que incluso muchos usuarios «a favor de la elección» dejaron comentarios críticos en Twitter. En una hora, la cadena abortista lo eliminó. Sin embargo, el digital LifeNews tomó una captura de pantalla del tuit antes de ser eliminado.
El tuit puso simplemente de manifiesto lo que Planned Parenthood ha estado haciendo durante años con los impuestos de todos los estadounidenses.
El Instituto de la Familia Pennsylvania señaló que la filial de Planned Parenthood en Pennsylvania recibió 3,5 millones de dólares de impuestos en el 2016 solo para empujar su escandalosa agenda en niños y adultos. A nivel nacional, la cadena del aborto recibe alrededor de 500 millones de dólares anuales de impuestos.
En la mente de los líderes del gigante abortista, ninguna edad es demasiado joven para adoctrinar a favor del aborto. La cadena del aborto va a las escuelas de todo el país para enseñar sus cuestionables programas de educación sexual.
También publica múltiples «recursos» para niños y adolescentes con respecto a la actividad sexual. Estos materiales afirman proporcionar educación sexual «apropiada para la edad» a niños a partir de 4 años.
