Sin pruebas de detección de la enfermedad, se les sigue impidiendo derivar a los enfermos a los hospitales, y en vez de medicación para curar reciben morfina.
Los números no cuadran, ya lo sabemos, pero las cifras se intuyen mucho más dramáticas para las residencias de ancianos. Son las grandes castigadas en esta crisis humanitaria, agravada por la negligencia, ineptitud y mala fe de un gobierno que además es quien está promoviendo la ley de eutanasia -en eso no falla- y no ceja en su empeño (prosigue con su trámite imparable), en vez de dedicarse a salvar vidas que es donde nos gustaría a todos que estuviera.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraUno de cada tres fallecidos por el Covid 19 han muerto en sus domicilios durante el pico de la pandemia, según información de la Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios al periódico Libertad Digital. Y muchos de estos fallecidos son ancianos muertos en residencias, sus domicilios habituales.
La negligencia e ineptitud del Gobierno ya las conocíamos, por los millones de euros malgastados en partidas de material que no han llegado a los centros hospitalarios, y unas confiscaciones inexplicables que agravaron más el desabastecimiento. Otras partidas de material que sí llegaron resultaron ser una estafa que se ha cobrado la vida de muchos sanitarios y otros, decenas de miles, han resultado infectados por confiar en ese material. Si el Gobierno español fuera una empresa privada, muchos en el ejecutivo ya estarían en prisión o camino de ella, no me cabe la menor duda.
Pero, a parte de la ineptitud y la corrupción, está también la mala fe de quienes nos gobiernan. Sí, muy mala fe. Pues cuando desde las residencias les pedían medicinas para curar, les enviaban morfina para sedar.
Medicación para curar, no. Morfina para sedación, sí
Ignacio Fernández-Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), que representa a 1.200 empresas de residencias de ancianos en toda España, ha denunciado hechos gravísimos en diario digital El Español.
El sector, sin duda, es el más castigado por esta pandemia porque además de ser un colectivo de personas vulnerables se les ha impedido y se les impide todavía derivar a los ancianos a los hospitales: “Se lo prometo, no nos han dejado. Pero si una persona mayor desde su casa necesita ir al hospital, ese procedimiento no ha cambiado. Si tienes una urgencia, lo llevas a urgencias y ya está. El problema ha sido las personas que estaban en los centros”.
“Hemos llamado para decir: ‘Bueno, si no me dejas derivarte a la persona, dame por favor medicación’. Mucho antibiótico, mucho paracetamol… Nosotros pedíamos retrovirales, hidroxicloroquina, que se demostró muy eficaz en su día contra la malaria. Pero la medicación en determinadas áreas sanitarias no nos la han proporcionado”, subraya el presidente de la patronal de residencias.
“¿Por qué seguimos con los mismos criterios restrictivos de derivación hospitalaria? ¿Por qué siguen sin ingresar a los ancianos cuando ya no está colapsado el sistema? Sí nos enviaron heparina, corticoides, antibióticos, morfina y sedación”, denuncia Fernández-Cid en la entrevista publicada este sábado.
En Libertad Digital, Ignacio Fernández-Cid también denunció la terrible situación: «No nos daban la buena medicación, esos medicamentos no los han enviado, pero morfina y para sedación, de todo».
Mando único del Gobierno en Sanidad. “Cayeron contagiados todos”
Recordemos que el Gobierno adoptó el mando único para Sanidad en Toda España. ¿Sedación terminal o sedación paliativa?, ¿qué pretende el Gobierno enviando morfina?, ¿Paliar la enfermedad o matar a los afectados de las residencias?. Poco se puede hacer por salvar vidas sin medicación apropiada, sin oxígeno, sin respiradores, sin pruebas de diagnóstico, sin material de protección, y sin personal, por estar muchos de baja también afectados por la enfermedad.
Es obligado conocer la tragedia que se ha vivido en las residencias de ancianos. Historias que se niegan a recoger las televisiones privadas regadas con 15 millones de euros por el ejecutivo de Sánchez e Iglesias.
Como el caso del matrimonio de Fernando y Paz que vivían en una residencia que fue abandonada por el Ministerio de Sanidad. Sin protección “cayeron contagiados todos los médicos, enfermeros y auxiliares” y el hijo de Eduardo y Paz no supo nada de sus padres en tres semanas, hasta que fallecieron, según publica Libertad Digital.
Eduardo hijo únicamente pudo comunicarse con enfermeras rotas de dolor por la situación: «No nos envían refuerzos. De los 60 sanitarios solo quedamos 16 para atender a 600 ancianos. No podemos más. Les iremos llamando», escuchaba cada vez que llamaba.
El panorama es muy trágico pues el Gobierno se niega a facilitar las actuales cifras de fallecidos en las residencias de ancianos. Fernández-Cid habla de 20.000 ancianos muertos en residencias. La Ser había mencionado días antes el dato de más de 17.500 ancianos fallecidos por el Covid 19, o con enfermedad de síntomas parecidos, sólo en los geriátricos.
El vicepresidente Pablo Iglesias se puso al mando de los servicios sociales en el estado de alarma en marzo y todavía no da datos. ¿Por qué?
¿Por qué siguen sin proveer de pruebas suficientes de diagnóstico a las residencias?
¿Por qué sí hubo, y hay, test en gran cantidad para los políticos y ahora para el ámbito del fútbol, y no los hay para los sanitarios y ancianos?
Pan y circo, señores. Despertemos.