Sandra Bullock, la protagonista de algunas de las comedias románticas más exitosas de los años 90 dará vida a la activista pro aborto de Planned Parenthood Wendy Davis, en su próxima película.
Davis, nacida en Rhode Island en 1963, es conocida en los Estados Unidos por haber boicoteado en 2013 la aprobación de una de las leyes más duras contra el aborto con un discurso de 11 horas en el senado de Texas.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa estatagema logró una victoria parcial, puesto que la llamada Ley 5 del Senado de Texas no se aprobó en ese periodo de sesiones, aunque sí lo hizo en el siguiente, una semana después. Entonces, el gobernador de Texas era Rick Perry, actual secretario de Energía de la Administración Trump.
La Ley a la que se opuso Wendy Davis prohibía el aborto pasadas las 20 semanas de gestación
Davis, que hasta el año 2006 formaba parte del Partido Republicano, ganó tanta fama que fue candidata a gobernadora de Texas por el Partido Demócrata en 2014 frente a Greg Abbott. Sufrió una contundente derrota en prácticamente todos los condados.
La película, que lleva por título Let her speak [Déjala hablar], estará producida por Todd Black y Jason Blumenthal y, a juzgar por el título parece que se tratará de un trabajo de loa hacia la activista pro aborto.
En realidad, la vida política de Davis apenas ha tenido repercusión real, salvo para su relevancia personal. La ley que pretendía boicotear fue finalmente aprobada y ella sufrió una derrota sin paliativos en su intento de ser gobernadora.
La ley que ponía contra las cuerdas a los negocios abortistas
En julio de 2013 se aprobó, pese al intento desesperado de Davis, una ley en el estado de Texas que ponía fuera de la ley a 37 de los 42 establecimientos de la industria del aborto que operaban entonces.
Entre las medidas que propugnaba se encontraban:
- La prohibición de producir abortos después de las primeras 20 semanas de vida prenatal.
- La obligación de los centros abortistas de contar con quirófanos con condiciones de seguridad e higiene equiparables a los hospitales.
- Mayores controles sobre dónde y cuándo se podían administrar las pastillas para abortos químicos.
- Que los propietarios de los negocios tuvieran licencia médica para actuar en un hospital que estuviera no más lejos de 40 kilómetros de distancia en caso de emergencia.
El gobernador Rick Perry explicó la trascendencia de esta norma el día de su aprobación: «Hoy los legisladores de Texas han dado el último paso en nuestro esfuerzo histórico de proteger la vida. Esta legislación se basa en el compromiso firme e inquebrantable de defender la vida y proteger la salud de las mujeres».
Se da la circunstancia de que, junto a Texas, otros estados elaboraron y aprobaron leyes restrictivas del aborto en 2013, justo cuando se cumplían 40 años de la Sentencia del Tribunal Supremo que aprobó el aborto en los EE.UU. con el caso Roe vs Wade.
En junio de 2016, la Corte Suprema de los Estados Unido anuló la norma tejana al entender que no cumplía con la doctrina establecida en 1992 que postula que las leyes estatales no pueden crear una “carga excesiva” que impida a la mujer abortar antes de que el bebé alcance una maduración que lo haga viable.
El pasado mes de octubre, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una norma que también establece la prohibición del aborto después de los primeros cinco meses (20 semanas) de desarrollo prenatal de los bebés.
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