Shalyn McGuin no tuvo una infancia fácil y cuando ya tenía su vida encarrilada, se había independizado y tenía un trabajo estable como niñera, un exnovio la violó. Embarazada, tuvo el coraje de seguir adelante y la fortuna de cruzarse en el camino con personas que le prestaron su ayuda.
Por su interés, reproducimos su testimonio:
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora«Tenía 19 años y vivía por mí misma trabajando como niñera. Como me acababa de mudar a un nuevo apartamento, un exnovio mío, que seguía siendo amigo, vino a visitarme. Después de un largo rato, empezó a besarme y a intentar que mantuviéramos relaciones sexuales. Le dije ¡no! en numerosas ocasiones. Mi fría reacción le golpeó.
He de decir que durante cuatro años de mi niñez fui asaltada sexualmente casi a diario por un familiar. Se lo comenté a varias personas, pero nadie me creyó. Me di cuenta de que aquello no iba a terminar, así que aprendí a quedarme inmóvil. Aquello terminaba antes si yo fingía que no estaba sucediendo.
Así que, volviendo a la noche en la que mi exnovio me violó, me quedé inmovilizado y él se aprovechó de mí. Después de que se fuera, lloré sentada en el suelo del cuarto de baño durante cuatro horas, deseando haber puesto un poco más de oposición física. No se lo conté a nadie, porque sabía que sería como con los abusos de mi pasado. Mi palabra contra la suya.
«Si quería mantener mi trabajo tenía que abortar»
Unas semanas después, me di cuenta de que había estado teniendo dolores menstruales durante un par de semanas, cuando normalmente sólo suelo tenerlos durante un día o dos antes del periodo. Así fue que pensé que podría estar embarazada. Corrí a una farmacia y compré un test. Cuando salió positivo, volví de nuevo y compré otro. Por supuesto, dijo lo mismo que el primero.
En aquel momento yo tenía confianza con mi jefa, así que le comenté lo de mi embarazo aproximadamente una semana después. Me dijo que no quería que sus hijos me vieran “en ese estado”, así que si quería mantener mi trabajo, tenía que abortar. Era mi hijo o los suyos.
Fui al centro de ayuda a la embarazada y pregunté a la consejera si pensaba que debería abortar. Ella no estaba autorizada a darme una respuesta directa, pero me aseguró que yo era capaz de sacar adelante a mi bebé y me indicó la dirección de programas de ayuda en la ciudad. Cuando calculó el día en que saldría de cuentas, supe que era una señal ¡porque coincidía con mi cumpleaños!
«Es la hija de una víctima de violación y los ninos como ella no deberían ser castigados por los crímenes de sus padres»
Seguí su consejo, perdí mi trabajo y logré uno nuevo antes de que se me notase el embarazo. Cuando di a luz a mi hija, me sentí asustada porque ella era muy pequeña y frágil. Sin embargo, estaba muy enamorada y ¡la emoción sólo venía de ahí!
Durante mi embarazo, también conocí al amor de mi vida que es ahora su padre. El único padre que ha conocido. Él es el mejor padre. Piensa adoptarla una vez que nos casemos. El padre biológico de mi hija sabe de su existencia, pero ha escogido no tener ninguna relación con ella, que es lo mejor para ella y, por supuesto, un gran alivio para mí.
Mi pequeña niña tiene ahora tres años ¡y es la más bonita del mundo! Somos honestos con ella, adaptado a su edad. Sabe que su papá no la hizo, pero que la eligió.
No es una “niña de violación”. Es mi hija. Es la hija de una víctima de violación y está llena de vida. Los ninos como ella no deberían ser castigados por los crímenes de sus padres.
Mi hija es, verdaderamente, el arcoíris tras la tormenta».
Este testimonio fue publicado originalmente en Life News.