
Nicolas Pierre Goiran, conocido en Australia como Nick Goiran, es diputado del Parlamento de Autralia Occidental desde 2008. Y lleva seis años peleando para que se investigue por qué un negocio abortista dejó morir a 27 bebés que sobrevivieron al aborto.
Gracias al trabajo parlamentario de Goiran, el Ministerio de Sanidad australiano ha reconocido que entre 1996 y 2016 al menos 27 seres humanos sobrevivieron al aborto. Según detalla el medio australiano Eternity News, la mayoría de los abortos se realizaron entre las 20 y las 26 semanas de vida intrauterina.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraEn concreto, 15 casos correspondían a nonatos de entre 20 y 25 semanas de gestación (entre 5 y seis meses) y seis intentos de aborto se produjeron ya comenzado el tercer trimestre de vida prenatal.
Dwight Randall, presidnete de la Coalición para la Defensa de la Vida Humana: «Estos bebés nacieron vivos y abandonados y se les dejó morir, y cada niño nacido tiene derecho a la atención»
Como es conocido, el bebé prematuro más joven que se ha sacado adelante contaba con 21 semanas y cuatro días de vida intrauterina, por lo que este legislador reclama una explicación sobre la falta de atención a estos bebés.
En este sentido, invoca la legalidad australiana según la cual, una vez el niño está fuera del claustro materno y vivo, a partir de las 23 semanas de gestación, tiene derecho a recibir todos los cuidados necesarios para que sea preservada su vida.
«Sabemos que hubo al menos seis [abortos tardíos] que duraron 26 semanas o más, entonces, ¿por qué se les dio a esos seis bebés de Australia Occidental un cuidado de menor nivel que otros bebés de Australia Occidental a las 26 semanas o más?», explica Goiran al diario australiano.
En su denuncia, el diputado incide en que «es contrario a la ley que estos bebés no reciban cuidados y atención médica; es contrario a la ley que estos asuntos no se infromen al Departamento de Protección Infantil y que el médico forense no investigue».
Nick Goiran inició esta labor parlamentaria como respuesta a una campaña de la Coalición para la Defensa de la Vida Humana de Australia, cuyo presidente, Dwight Randall señala que «estos bebés nacieron vivos y abandonados y se les dejó morir, y cada niño nacido tiene derecho a la atención».
«Si un australiano occidental muere en cualquier otra situación trágica o inesperada, siempre hay un llamada a las armas, hay quejas por una investigación y con razón… pero en estos casos nadie quiere hablar de eso», se lamenta Gorian, que denuncia la imposición del silencio mediático y político sobre esta cuestión relacionada con el aborto.
También te puede interesar:
La historia de la sonrisa de un bebé prematuro que está conquistando medio mundo