El pasado mes de marzo los parlamentarios irlandeses aprobaron que se realizara un referéndum en Irlanda la eliminar la octava enmienda de la constitución lo que abriría las puertas a la despenalización del aborto y al acceso al aborto bajo cualquier supuesto.
En esa votación 27 parlamentarios votaron en contra de ese referéndum que se fijó para el viernes 25 de mayo. Entre ellos, Carol Nolan, miembro del partido de izquierdas Sinn Fein, lo que provocó que fuera sancionada durante tres meses por parte de su partido por no haber seguido la línea del partido.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPero eso no le ha impedido que siga manifestando públicamente su posición en defensa de la vida y contra el aborto y contra la eliminación de la octava enmienda. A apenas tres días del referéndum, Nolan escribió una columna en el Irish Examiner para explicar su postura contraria al aborto.
El Gobierno ha anunciado que cuando sea rechazada la Octava enmienda legalizarán el aborto hasta las 12 semanas y hasta 6 meses bajo determinadas circunstancias
Los sondeos muestran que la votación va a ser reñida, ya que la ventaja que los proaborto tenían hace unos meses se ha ido reduciendo y la tendencia de voto es hacia la defensa de la vida. Además de la eliminación de la Octava Enmienda, que defiende la vida del no nacido, el Gobierno ha anunciado que en el momento que sea rechazada propondrán legalizar el aborto hasta las 12 semanas por cualquier motivo y hasta casi 6 meses bajo determinadas circunstancias.
En su columna Nolan afirmaba que «esta enmienda es la única protección legal que tiene el no nacido, el ser más vulnerable de la sociedad, y por eso debe mantenerse si queremos los mismos derechos para todos en nuestra sociedad. El derecho a la vida es fundamental y no es negociable para los seres humanos».
Estos meses han sido una batalla puerta a puerta en la que miles de voluntarios defensores de la vida han ido casa por casa para explicar las consecuencias de eliminar la Octava Enmienda, y se han enfrentado a las inmensas donaciones de ricos norteamericanos que han aportado fondos a las campañas de los proaborto en los medios de comunicación, así como a agresiones de parte de defensores del aborto.
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