Katie Rice se encontraba embarazada de 20 semanas cuando a su bebé, Tucker, le diagnosticaron una enfermedad de corazón que según los médicos le impediría vivir.
Sin embargo, gracias a una innovadora técnica Tucker se sometió a una cirugía cardíaca en el vientre de su madre que le salvó la vida.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEsta cirugía prenatal consiguió eliminar el tumor de corazón del pequeño. Ha sido la primera intervención de estas características realizada en el Estado de Pensilvania (Estados Unidos).
El caso salió a la luz después de su publicación en el American Journal of Obstetrics and Gynecology. Ahora, el pequeño Tucker Rice tiene de tres años de edad y crece sano y robusto.
«Los médicos descubrieron un tumor en el corazón de Tucker durante la visita reglamentaria al ginecólogo en la semana 20 de embarazo de Katie Rice, su madre. El tumor ponía en serio riesgo la vida del pequeño», han contado los médicos.
En lugar de conformarse, Rice decidió darle a su hijo la oportunidad de luchar por la vida
Éstos le dijeron a Rice que debería de abortar ya que su salud se encontraba en grave peligro, y que, en el caso de que su hijo consiguiera nacer, probablemente no sobreviviría más que unos minutos.
Terrible dilema. ¿Qué hacer?
«En lugar de conformarse, Rice decidió darle a su hijo la oportunidad de luchar por la vida», explican desde el Instituto de la Vida.
Menos de un mes después del diagnóstico, Katie fue operada en el Hospital Infantil- Los médicos le abrieron el útero y extirparon el extraño tumor que crecía a gran velocidad y presionaba el corazón del bebé.
Esto permitiría que el embarazo saliera adelante normalmente y de forma exitosa.
«Afortunadamente, Tucker nació completamente sano y ahora es un nino feliz», ha contado su madre.
El caso de Tucker representa un importante avance médico y constituye una fuente de esperanza para otros padres cuyos hijos reciben un diagnóstico prenatal grave.
Los protocolos médicos tienden a aconsejar el aborto en EEUU y en toda Europa. Es la solución fácil. Efectivamente es más complicada una intervención en el organismo del bebé, a través del útero de la gestante.
Pero el caso de Tucker demuestra que vale la pena intentarlo gracias a los progresos espectaculares de la medicina prenatal, con técnicas impensables hace sólo unas décadas.
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