La canadiense provida, Mary Wagner, permanece en prisión desde que el viernes fue arrestada en un abortorio de Toronto donde ella y otra mujer intentaban hablar con mujeres embarazadas para que optasen por la vida.
Wagner portaba rosas, la imagen de un bebé de 10 semanas en el útero, una tarjeta con información de contacto de las Hermanas de la Vida y otra tarjeta que decía: «Quédate con el bebé».
La policía llegó al centro abortista alrededor de las 10:30, y unos 45 minutos después, arrastró a Wagner por las puertas del edificio con las manos esposadas a la espalda, según informa LifeSiteNews.
La provida, de 43 años, está acusada por desorden y por violar la libertad condicional.
No fue acusada en virtud del proyecto de ley 163, o ley de «zona de burbujas», que prohíbe a todos las personas provida estar a 50 metros o 150 metros de los ocho abortorios de la provincia.
El gobierno de Ontario aprobó la ley el 26 de octubre, pero todavía no ha sido implementada.
La activista ha rechazado la fianza porque no puede, en conciencia, aceptar la condición de mantenerse alejada de los centros de aborto
Wagner ha rechazado la fianza porque no puede, en conciencia, aceptar la condición de mantenerse alejada de los centros de aborto. Permanecerá en la cárcel hasta que se celebre el juicio, probablemente dentro de varios meses.
La Clínica de Atención a la Mujer en el noroeste de Toronto, donde fue arrestada la activista provida, es el sitio en el que tradicionalmente se celebra la campaña anual de octubre de ’40 días por la vida’.
Este centro abortista mata a bebés por nacer de hasta 20 semanas de gestación, según indica su página web.
Wagner ha pasado cuatro años y ocho meses en la cárcel hasta la fecha por sus esfuerzos pacíficos para salvar a las mujeres y los niños no nacidos de la violencia del aborto.
Ya ha perdido la cuenta de las veces que ha sido arrestada desde la primera que tuvo lugar el 1 de febrero de 1999. Pero a ella no le importa: en la cárcel de mujeres ya la conocen, y aprovecha esas estancias para evangelizar. Y para consolar a las presas que han abortado.
Católica, provida y de familia numerosa
En la JMJ de Denver (EEUU), en 1993, experimentó un despertar espiritual y desde ese momento se convirtió en una activista innata.
Su familia es intensamente católica y provida, creció con diez hermanos, cuatro de ellos con necesidad de atención especial. Desde que se liberalizó el aborto en Canadá en 1969, su familia ha acudido a numerosas marchas por la vida y rezos para poner final al aborto en el país.
Los grupos provida de Canadá aseguran que Mary Wagner tiene un don especial para hacer el apostolado en defensa del no nacido ante las clínicas, porque por su dulzura y suavidad puede acercarse con tacto a las mujeres que acuden a esos centros.
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