El Parlamento del Estado de Nueva Gales del Sur (australia) estudia desde esta semana una norma que pretende prohibir que voluntarios provida puedan acercarse a aofrecer ayuda a alas mujeres en riesgo de aborto.
De prosperar la iniciativa presentada por la laborista Penny sharpe y el nacionalista Trevor Khan, los voluntarios de las escuelas de rescates y quienes informan de la realidad del aborto en las inmediaciones de las clínicas no podrán acercarse a menos de 150 metros de los locales en los que se hace negocio de la muerte provocada de seres humanos durante su periodo de vida prenatal.
Tal y como informa el medio australiano ABC.net, la norma pretende hacer ilegal cualquier acercamiento a las personas, fotografiarlas, o desarrollar cualquier actividad que cause «ansiedad y estrés» al acercarse a los establecimientos abortistas de Nueva Gales del Sur.
Sin embargo, los provida se defienden ya que la manera en que se acercan a las mujeres en riesgo de aborto nunca es agresiva porque «no hay forma de que escuchen lo que les quieres decir», explica Stephen Hitchings, un voluntario porvida.
Al contrario, la forma en que se entra en diálogo con las mujeres es «muy educada y calmada», insiste.
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